Béarn, envuelto en su atmósfera única, seduce por sus colores vivos, su relieve majestuoso, su clima suave y el fuerte carácter de sus gentes. Es una tierra donde el equilibrio preside todos los aspectos, creando una rara armonía entre la naturaleza, las gentes y sus tradiciones.

En el corazón de esta bendita región, el Domaine Camin Larredya se erige en guardián de esta armonía. Bajo la dirección de Jean-Marc Grussaute desde 1988, el viñedo de 9,5 hectáreas, certificado Agrocert Organic Farming, encarna la pasión por las mezclas y la vinificación de calidad.

Petit Manseng, una cepa excepcional

En el clima favorable del Béarn, los viñedos han tenido que adaptarse a condiciones excepcionales. Por eso se eligió el Petit Manseng, una variedad de uva única, para prosperar aquí. Frente a las erupciones de vida del entorno natural de Béarn, la Petit Manseng se ha convertido en la protagonista de una historia vinícola excepcional.

Jean-Marc Grussaute apuesta por la agricultura ecológica y obtuvo la certificación Agrocert en 2007. Su amor por la tierra se refleja en cada gesto, ya que adopta métodos «más terrenales» y «más rurales». La finca apuesta por un enfoque respetuoso con la naturaleza, con viñas cultivadas de forma «más jardinera» y prácticas en sintonía con la biodiversidad local.

El Maestro de los Coteaux du Jurançon

La Revue du Vin de France ha coronado a Jean-Marc Grussaute «Enólogo del Año 2023», describiéndole como «el maestro de las laderas» de Jurançon. Antiguo jugador de rugby, fue uno de los primeros en abrazar la agricultura ecológica por convicción. Este reconocimiento es la validación de una larga carrera dedicada a desarrollar y adaptar los vinos a las exigencias de la gastronomía.

La gama excepcional del Domaine

El Domaine Camin Larredya ofrece una gama de vinos secos y semidulces de Jurançon de una calidad excepcional. Las cuvées llevan nombres evocadores, vinculados a las parcelas de las que proceden, como La Part Davant, Au capcèu, La Virada y La Costa Blanca. Cada uno de estos vinos encarna la esencia misma del terruño bearnes.

Cada uno de los vinos base de la propiedad refleja nuestro respeto por la naturaleza. Los nombres de los vinos son un homenaje a la tierra que los vio nacer. La pasión, la dedicación y el compromiso con la causa del terruño impregnan cada gesto del equipo, conformando una dimensión familiar y humana de la actividad vitivinícola.